Dentro de la mitología nórdica de Marvel, nueve (diez si contamos un cambio reciente) son los reinos que se apoyan en Yggdrasill, el árbol universal. En las raíces del árbol, en su nivel más bajo, se encuentra Niffleheim, el reino de los muertos sin honor, un lugar helado y cubierto de niebla. Dentro de este reino se encuentra la región llamada Hel, el hogar para aquellos fallecidos sin honor ni deshonor y su regente es Hela, la diosa de la Muerte.

Existen historias contradictorias sobre el origen de Hela, siendo la más extendida la que dice que es la hija de Loki, el dios de las mentiras y Angerboda, una giganta bruja del reino de Jotunheim. Se supone que fruto de esta relación, además dio a luz a Jormungand, la serpiente universal y Fenris, el lobo gigante destinado a devorar todo durante el Ragnarok.

Pero la historia de los asgardianos se rige por unos ciclos de creación y destrucción que se repiten continuamente, dando lugar a versiones de los dioses que no son exactamente los mismos. Es por eso que conocemos otro origen más reciente de Hela, del que hablaremos más adelante.

Los comienzos de la historia de Hela que conocemos antes del último Ragnarok son bastante pobres. Básicamente se trata de engaños y planes con la intención de aumentar el número de espíritus en su reino, o de conseguir los de Thor y su padre, Odín. Una y otra vez se enfrentaría a Thor y sus aliados, sin ningún éxito.

En una ocasión lanzó una maldición sobre el dios del trueno que hizo que sus heridas no pudieran curarse, pero al mismo tiempo no podía morir, causándole un dolor inimaginable. Sin embargo, como tantas otras veces, Thor consiguió derrotar a Hela, esta vez utilizando la armadura del Destructor, creada por su padre, cuyo poder fue más de lo que Hela pudo soportar, obligándola a retirar la maldición.

Otro hecho importante durante esta época fue que Hela entró en contacto con los Nuevos Mutantes durante las llamadas guerras asgardianas. En concreto con Danielle Moonstar, Espejismo, que se acabó convirtiendo en una de las valkirias, pasando a tener bastante relación con Hela.

Tras el último Ragnarok, en el que los dioses asgardianos retornaron en el cuerpo de mortales, Hela se estableció en las Vegas, habiendo perdido el control de Hel. Esto coincidió con el llamado reinado oscuro de Norman Osborn, tras su ascenso al derrotar a la reina alienígena invasora skrull, Veranke. Durante este período, Hela también estableció relaciones con los gobernantes de otros reinos similares, como el mismísimo Mefisto.

Las cosas se complicarían mucho para ella al final de esta época, cuando el enloquecido Norman Osborn lideró un asedio contra la capital de Asgard, situada en aquella época en la Tierra, cerca de un pueblecito de Oklahoma llamado Broxton. Durante esta batalla, que acabó con el reinado de Osborn y dio comienzo a una nueva era heroica, fallecieron muchos asgardianos, cuyos espíritus quedaron vagando por la Tierra, al no tener un reino de Hel al que poder ir. Esto despertó a las dísir, un grupo de Valkirias de la época de Bor, el padre de Odín. Éstas habían sido malditas por el propio Bor, tras descubrir que se habían vuelto caníbales y habían empezado a alimentarse de los propios dioses. Su condena sería existir por siempre en los espacios entre los reinos, sin forma corpórea, sólo pudiendo alimentarse de aquellos dioses fallecidos que no estuvieran en Asgard o Hel, lo cual en aquel momento era imposible.

La solución llegaría gracias a Loki, que intercedió para que Hela y Mefisto llegaran a un acuerdo, una parcela dentro del reino del señor del infierno para que Hela gobernara como un nuevo Hel a cambio de las dísir capturadas. Con la ayuda de Danny Moonstar, los espíritus errantes fueron conducidos a este nuevo reino.

Sin embargo, Hela había cogido aprecio a las Vegas y siguió operando desde allí durante algún tiempo lo que la llevó a enfrentarse al grupo de mutantes Investigaciones Factor-X. Primero los contrató para encontrar a uno de sus sirvientes huido, que no era otro que el viejo amigo de Adam Warlock, Pip el Troll. Sin embargo, el líder del grupo, Jamie Madrox, se dio cuenta de las intenciones de Hela y en vez de ello rescató a Pip, con la ayuda de Thor y el poder de adaptación de un mutante de Factor-X, Darwin, que para superar el toque mortal de la diosa se convirtió en un equivalente a ella. Hela prometió vengarse de los mutantes y casi lo consigue cuando Rhane Sinclair, Loba Venenosa, dio a luz a su hijo con el príncipe lobo asgardiano Hrimhari. El cachorro llamado Tier sólo logró escapar gracias a otro hombre lobo, el mortal Jack Russell.

Llegó entonces la venganza de las dísir, que considerando que el nuevo Hel no era verdadero, su restricción no se aplicaba, así que atacaron el reino, obligando a Hela a absorber los espíritus de los fallecidos dentro de ella y a crear una fortaleza para protegerlos. Con la ayuda del dios de la guerra Tyr y Thor, lograron derrotar a las dísir, cuyas almas fueron reclamadas por Mefisto.

También del pasado y las leyendas surgiría el exiliado hermano de Odín, Cul, la Serpiente, que buscó una alianza con Hela. Sin embargo, Loki se interpuso y negoció otro pacto entre la diosa y Mefisto, tras descubrir que Cul estaba intentando provocar una insurrección en Hel. Siete de las dísir de Mefisto se encargarían de ejercer de policías para evitar la insurrección. A cambio, Hela se comprometió a no hacer ningún movimiento en contra del infierno o a favor de Cul y además cedió a dos de sus sirvientes para ayudar a Loki contra el hermano de Odín, Tyr y la joven Leah.

Tras la derrota de Cul, Hela consiguió convencer a las gobernantes de la renombrada Asgardia, las Madres de todos, de lo delicada de la situación de los muertos en aquel momento, a expensas de los caprichos de Mefisto, para que la permitieran regresar al verdadero Hel y no tener que temer más por las dísir, a lo que estas accedieron.

Con la ayuda de Leah, el joven Loki consiguió cumplir la promesa que le faltaba, restaurar la mano que Hela había perdido durante su primer enfrentamiento contra las dísir. Éste consiguió que Hela bebiera del santo grial, lo que la restauró, pero hizo que despareciera Leah, dado que esta era en realidad la parte que la diosa había perdido. Pero el joven dios no era como su versión antigua e hizo lo necesario para restaurar a Leah, escribiendo su historia dentro de la de la Serpiente. Además, cuando descubrió que sus horas estaban contadas como parte de un plan de su antiguo yo para regresar de entre los muertos, convenció a Hela de que expulsara a Leah al pasado, para asegurarse que de no estuviera en peligro. Sería entonces cuando descubriríamos que probablemente la Hela actual se trataba de la versión adulta de Leah y que de este modo se mantenía que Loki había sido su creador, su padre en cierto sentido.

Llegó entonces el final del conflicto con los mutantes de investigaciones Factor-X. El pequeño hombre lobo hijo de Rhane, Tier, se convirtió en el objetivo de una competición entre diferentes regentes de dimensiones infernales, de modo que el que consiguiera acabar con él se convertiría en el rey del Infierno. Sorprendentemente fue uno de los mutantes el que reclamaría el trono tras asesinar al chico, Fortachón, que recientemente había fallecido y resucitado mediante los poderes de Layla Miller. Sin embargo, aquellos con los que utilizaba dicho poder regresaban sin alma, lo que los convertía en violentos y amorales, por lo que Fortachón no vaciló a la hora de cometer semejante acto.

La ayuda de Hela fue requerida por Thor y Loki poco después, cuando su hermana Ángela secuestró a su recién nacida hermana Laussa. Hela puso a disposición de los hermanos a las dísir, para que les ayudaran a encontrar a Ángela. Al final se acabó revelando que esta había secuestrado a la bebé buscando una solución, dado que la pequeña estaba en parte poseída por Surtur, el demonio de fuego, y amenazaba con destruir todo. Tras el conflicto, Ángela logró extraer el poder de Surtur de Laussa, al menos parcialmente.

Al cabo de un tiempo la amante de Ángela, Sera, falleció y acabó en Hel. Entonces Ángela desafió y derrotó a Hela para convertirse en la reina de Hel y cambiar las reglas que impedían que Sera abandonara la dimensión, tras lo que abdicó del cargo en favor de su hermano, el valeroso Balder.

Hela se alió entonces con el titán loco, Thanos, para poder reconquistar su reino. Éste la ofreció su ayuda a cambio de que ella recuperase un Mjolnir, el martillo místico de Thor, de un universo muerto, el 1610, también conocido como el universo Ultimate. El martillo había acabado en las manos de uno de los primigenios de la galaxia, El Coleccionista. Junto a las alienígenas Medianoche Próxima y Cisne Negro, la diosa atacó la nave donde estaba almacenado, pero se tuvieron que enfrentar contra Thor y su aliado, Bill Rayos Beta, dado que habían estado siguiendo de manera equivocada el rastro del martillo de Bill, Rompetormentas en vez de al Mjolnir alternativo. Aunque finalmente localizaron el verdadero martillo, no fueron capaces de levantarlo, por no ser dignas, y fueron expulsadas de la nave por Thor, que si pudo utilizar sus poderes. Incapaz de entregar el martillo, Hela prometió otra cosa a Thanos a cambio de su ayuda, lo que más deseaba éste, la Muerte.

El regreso de Hela a su reino sería en cadenas, durante la guerra de los reinos provocada por el elfo oscuro Malekith el maldito. En este caso Sindr, la reina de las Cenizas, hija de Surtur, había conquistado Hel como parte del conflicto. Hela fue liberada por Thor y Loki y éste último convenció tanto a la diosa como a Balder, el último regente de Hel antes de la conquista, para que contrajeran un matrimonio de conveniencia que reforzara la posición de ambos y les permitiera unir fuerzas contra la invasora. Con el matrimonio a punto de ser llevado a cabo, Sindr y su ejército lo interrumpieron en el último momento, pero acabaron siendo derrotados y expulsados por las fuerzas reunidas de Hel. Dado que Balder aún no había pronunciado sus votos, Hela quiso echarse atrás y gobernar en solitario, reavivando el conflicto en Hel, pero la amante de Balder, Karnilla, tomó el anillo de éste y pronunció las palabras “si quiero”, sellando el matrimonio con ella misma para evitar el sacrificio de su amado Balder. De este modo Hel pasó a tener dos reinas.

Más tarde Hela ayudó en el plan de resurrección de Thanos, que había sido decapitado por su hija Gamora. Junto con los secuaces de élite del Titán Loco, La Orden Negra, Hela provocó que la consciencia escondida de Thanos tomara el control de su hermano, Starfox, trasladándose después donde ocultaban un cuerpo clonado del titán en la base espacial, Sapiencial. Los Guardianes de la Galaxia actuaron para prevenir que se completara la resurrección y Hela disparó contra ellos un misil que provocaría la aparición de un agujero negro, pero éste fue desviado por Bill Rayos Beta y el agujero negro acabó tragándose Sapiencial, Thanos, Hela, Estela Plateada y algún otro.

Escapar del agujero le costaría bastante tiempo a Hela, que regresó de nuevo a su reino, donde se encontró que tanto Karnilla como el lobo gigante Managarmr habían desaparecido, desencadenando una crisis que sólo consiguió ser evitada en el último momento con la ayuda de Jane Foster, que había asumido el papel de Valkiria.